VITRIOL patagónica
Romina Martinez
En un rincón del vasto paisaje argentino, nacida en la provincia de Buenos Aires en 1979, una artista comenzó su viaje. A los nueve años, la brisa fría y los paisajes indomables de Tierra del Fuego se convirtieron en su nuevo hogar, un lugar que influiría profundamente en su arte y su espíritu. A los doce años, su alma encontró refugio en la cerámica, en la escuela de arte local, donde el barro y los esmaltes se transformaron en medios de expresión y exploración. Allí, se graduó como docente en 1998, empezando a compartir su pasión como docente y ayudante de cátedra en la especialidad de cerámica.Pero su sed de conocimiento y creatividad no se detuvo. En 2001, culminó su profesorado en psicología, y en 2007, el profesorado de artes visuales en la prestigiosa Universidad Nacional de La Plata.
Su travesía artística, caracterizada por una constante investigación y experimentación, abarcó desde la cerámica tradicional hasta las artes digitales. A lo largo de los años, participó en numerosas muestras, dejando una huella indeleble en cada una.La búsqueda de lo auténtico y lo sublime la llevó a crear sus propios esmaltes y engobes, dedicándose con esmero a la escultura. En 2021, nació Vitriol Patagónica, una línea de productos cerámicos únicos y artísticos, hechos en su propio estudio. En cada pieza, se entrelaza la tradición ancestral y la innovación, el modelado y la alfarería, creando objetos particulares e irrepetibles.La estética de Vitriol Patagónica prioriza lo orgánico, rescatando las particularidades de los diseños Selk’nam, especialmente las pinturas corporales del rito de iniciación llamado «hain». Este trabajo es el resultado de un profundo proceso de investigación sobre la cosmovisión de los pueblos originarios de Tierra del Fuego.
Cada objeto cultural y místico que crea, refleja su devoción por lo especial, lo misterioso y lo artístico.La mixtura de su obra habla a aquellos que buscan más que decoración; buscan conexión, historia y un toque de lo divino. En sus manos, el barro no solo toma forma, sino que cuenta historias de transformación, de un viaje que va desde el corazón de Buenos Aires hasta los confines de la Tierra del Fuego, llevando consigo un legado de creatividad, investigación y amor por la cerámica.Así, cada pieza de Vitriol Patagónica no es solo un objeto, sino un testimonio de una vida dedicada al arte y a la exploración de la belleza en todas sus formas.